Este máster está dirigido a personas que trabajan o desean trabajar en educación o acompañamiento de personas. En especial:

• Niñeras, asistentes educativas o cuidadoras que quieren mejorar su forma de apoyar a niños y niñas.
• Maestros y maestras de cualquier nivel que buscan nuevas formas de enseñar.
• Educadores de personas con necesidades especiales que quieren aplicar ideas nuevas basadas en el funcionamiento del cerebro.
• Psicólogos, terapeutas o acompañantes que desean complementar su trabajo con herramientas basadas en neurociencia.
• Padres, madres, orientadores o personas que trabajan con niños, adolescentes o adultos y desean conocer mejor cómo se aprende.
• Coordinadores, directivos o líderes de centros educativos interesados en innovar desde el conocimiento del cerebro.
• Cualquier persona con interés en la educación, el desarrollo humano y la neurociencia, aunque no tenga estudios universitarios previos.

Al finalizar este máster, habrás desarrollado las habilidades para:

• Crear nuevas maneras de enseñar, basadas en lo que sabemos del cerebro.
• Entender cómo aprenden las personas y aplicar ese conocimiento en el aula, en casa o en otros espacios educativos.
• Usar herramientas como las inteligencias múltiples, la neuroplasticidad (la capacidad del cerebro para cambiar) y el mindfulness (atención plena) para mejorar el aprendizaje.
• Evaluar cómo están aprendiendo los estudiantes y hacer cambios si es necesario.
• Participar en proyectos educativos que buscan transformar y mejorar la forma de enseñar.
• Crear ambientes positivos, donde los estudiantes se sientan seguros, valorados y listos para aprender.
• Aplicar ejercicios y actividades que ayudan al desarrollo emocional, social y mental en niños, adolescentes y adultos.

Las personas que terminen este máster podrán trabajar, colaborar o apoyar en espacios como:

• Proyectos educativos donde se integren ideas de la psicología y la neurociencia.
• Cursos y talleres de formación para maestros, familias o cuidadores.
• Equipos de trabajo en escuelas que buscan nuevas formas de enseñar.
• Programas comunitarios para el desarrollo emocional y mental de niños y adolescentes.
• Espacios que trabajan con herramientas como el mindfulness o las inteligencias múltiples para apoyar el aprendizaje.
• Actividades para enseñar a otros sobre cómo funciona el cerebro y cómo eso puede ayudarnos a enseñar mejor.
• Talleres o cursos para padres, madres, educadores o cualquier persona interesada en aprender y enseñar desde el conocimiento del cerebro.